martes, marzo 18, 2014

Elisenda Ribas. La profesión me lo ha dado todo.

Hoy he decidido hablar con Bette, sentados delante del Mediterraneo. Y ha sido un dialogo muy entrañable porque hemos hablado de la pasión por la profesión. Del crecer en un mundo donde todo es arte y por y para el arte.
 Bette, ha llegado con un traje marinero fabuloso y refrescando este día primaveral con un rico helado... Y con esta imagen tan espectacular hemos hablado de una nueva amiga que, también ama profundamente la profesión.

Photo by Josep Valls

Elisenda Ribas.
A la tierna edad de 5 años, ya comenzó a amar la profesión. Desde el juego del seno familiar; como se debe entender y apreciar la vocación de artista.
 Ella gustaba de subirse a un taburete y recitar. Seguramente con ese juego de inocencia de estar haciendo lo que le gustaba hacer a una niña que creció rodeada del amparo del artista. Con un padre músico y cantante y una madre que también cantaba y actuaba. Aquella casa tenía que ser un vergel de sabiduría , donde una orquesta podía aparecer en cualquier festejo y convertir la vida en un carrusel de música, poesía y arte.
 "A mi la profesión , me lo ha dado todo." Dice Elisenda. "Porque siempre he amado mi profesión y porque siempre he hecho lo que quería hacer".
 Una actriz de oficio y de vocación que ha crecido en semejante ambiente, ama la profesión como a si misma. Y se siente llena cuando un foco se enciende y cuando una sala de butacas se apaga y se abre el telón...
 Nosotros no tenemos un teatro, pero llegó con sus más de  ochenta años; risueña y colorista y profundamente emocionada porque le encanta que le pregunten por sus anécdotas , por sus éxitos, por  sus inquietudes, por sus comienzos, por sus idas y venidas... Por su lección de vida en su ya tercera generación. En el amor a sus descendientes y en la entrega y gratitud a todo cuanto le ha dado haber elegido ser actriz.
Photo by Josep Valls



 La coquetería hecha actriz. Con su máscara de pestaña como bandera de sus recuerdos de camerino en los Estudio1 de T.V.E., donde prefería quedarse en un rincón, sin que le molestasen mientras, los demás pavoneaban sus egos y aireaban sus risas estridentes de actores y actrices.
 Aquel día que nos visitó, cuando los focos del estudio se encendieron, sus ojos se iluminaron y nos regaló a Lisistrata, a la Senyora Enriqueta de "La plaza del Diamant". Paseó su rostros de la tragedia griega al drama lorquiano, a la comedia desternillante... Y lo dio todo feliz de ver que sus recuerdos y sus deseos de hacer lo que siempre le había gustado, esa tarde volvería a hacerlo.

Photo by Josep Valls

 Nos abrazó y nos besó y nos rió como ríen las abuelas a sus nietos queridos. En todo su esplendor de vida confesó que si le llamaran para hacer algo de teatro; aunque no le pagaran, lo haría." Cine o televisión no, que hay que madrugar mucho"y se ríe y nos guiña un ojo.
 Y ante la atenta mirada  orgullosa de su hija, Eva y su nieta, Claudia, no pudo ser más feliz y no pudo sentirse más orgullosa de haber dejado, hasta el momento un legado de vida y de pasión por la profesión de actriz. Un legado a través del tiempo. Un tiempo que ha dedicado a ser feliz haciendo aquello que siempre, desde tierna edad, decidió que era lo que le gustaba hacer.

Photo by Josep Valls

 Querida Elisenda. Podría poner aquí y ahora, toda una ristra de los trabajos que Vd. ha hecho en televisión, en cine y en teatro y recordarles a nuestros lectores que tiene en su haber grandes premios de la interpretación como el premio  "Ercilla" por su personaje en "Demasiado Humano".
 Prefiero quedarme con su abrazo, con su risa, con su voz tan particular y tan entrañable, con sus recuerdos y cotilleos de amantes. "Algunos muy galanes, no te creas". Con la chuletilla que se había escrito para no olvidarse de nada. Y, por encima de todo, con el legado que deja... La pasión por la profesión.
 Me encararía que pudierais escuchar como Doña Elisenda Ribas se acerca a Mrs. Bette Davis para decirle nada más: " Bette, yo te admiro mucho".
 Nada más y nada menos. Gracias , Elisenda, gracias. Y reciba este, nuestro aplauso.



  Yo ahora, me despido porque he de acompañar a Mrs. Davis a montarse en su coche. Ha sido de nuevo un verdadero placer. Hasta cuando Vd. quiera, querida amiga, Bette.

4 comentarios:

  1. Bravo por esta entrañable entrada de tu maravilloso blog.

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  2. Una seguidora nueva tienes, compartimos muchas cosas y gustos. Genial

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    1. Muy bienvenida, nueva seguidora, Lola. Es siempre un placer compartir (por poco que sea) con aquellos que te siguen. Un abrazo

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